The Clinic - Informe reveló que 41% de niños y niñas enfrentan problemas habitacionales que afectan su salud y aprendizaje
Publicado en The Clinic en julio del 2025
En el estudio se detalla que 1 de cada 10 niños vive en viviendas de material deficiente mientras que el 13% lo hace en hogares hacinados. El 6% no tiene acceso adecuado a servicios básicos como agua potable y saneamiento, proporción que se dispara al 19% en zonas rurales.
El Observatorio Niñez de la Fundación Colunga y Déficit Cero presentaron el informe “Niñez y Vivienda”, en el cual se analizaron las condiciones habitacionales desde la perspectiva de niñas y niños y se constató que un 41% de los menores enfrentan problemas habitacionales que impactan a su desarrollo.
Dicho informe pone en el centro una idea clave: la vivienda no es solo una necesidad material, sino un pilar fundamental del bienestar infantil. Junto con eso, evidencia que aproximadamente 1,8 millones de niñas y niños (41% del total) enfrentan al menos un problema habitacional que afecta directamente su salud, aprendizaje y relaciones de cuidado.
Los principales hallazgos revelan un panorama crítico donde la vivienda se constituye como un determinante clave del bienestar infantil. En términos de habitabilidad, 1 de cada 10 niñas y niños vive en viviendas con materialidad deficiente, mientras que el 13% vive en hogares hacinados, cifra que se eleva al 18% en la primera infancia. Además, el 26% de niñas y niños de educación parvularia no tienen una cama de uso exclusivo, reflejando condiciones habitacionales precarias que impactan directamente en su descanso y desarrollo.
Respecto a servicios básicos y asequibilidad, la situación es igualmente preocupante. El 6% no tiene acceso adecuado a servicios básicos como agua potable y saneamiento, proporción que se dispara al 19% en zonas rurales. En tanto, el 24% vive en hogares con problemas de asequibilidad, destinando más del 30% de sus ingresos familiares al pago de vivienda, lo que compromete la capacidad de las familias para satisfacer otras necesidades básicas.
“Es clave que los espacios públicos sean seguros”
Con respecto al entorno y la seguridad, se constató que el 45 % de la primera infancia no tiene acceso cercano a jardines infantiles. El 47 % vive en barrios con violencia crítica y más de 84.000 niñas y niños residen en campamentos, un 46 % más que en 2020.
La subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, afirmó que “la situación de muchos niños es de inseguridad en algunos barrios, de inestabilidad por violencia. Y los niños, por supuesto, se ven afectados, incluso cuando no son víctimas directas. Lo vemos en el estrés parental y en las limitaciones que enfrentan para jugar o moverse libremente en sus barrios”. Silva agregó que “por eso es clave que los espacios públicos sean seguros y apropiados para su desarrollo, y que las comunidades vuelvan a apropiarse de ellos con participación activa de adultos y niños“.
Los grupos de niños afectados y cómo enfrentar la crisis
El estudio identifica tres grupos especialmente afectados: niñas y niños en zonas rurales, migrantes —donde el 45 % vive en viviendas inasequibles y el 14 % con tenencia insegura— y la primera infancia, que concentra los mayores problemas habitacionales. “Este estudio pone a la niñez en el centro del análisis habitacional”, explica Paloma Del Villar, directora del Observatorio Niñez Colunga. “La evidencia muestra que las condiciones habitacionales tienen un impacto diferenciado y acumulativo en el desarrollo infantil. Una vivienda inadecuada no solo afecta la salud física de niñas y niños, sino también su capacidad de aprender, su bienestar emocional y las relaciones de cuidado en el hogar”.
Para enfrentar esta crisis, el documento propone siete medidas clave para transformar la política habitacional con enfoque en niñez. Entre ellas, modernizar el sistema habitacional mediante un modelo integrado de compra, arriendo, subsidios y garantías adaptado al ciclo de vida familiar; y fortalecer el arriendo público con un programa específico para familias jóvenes con niñas y niños.
También se propone mejorar viviendas existentes con estándares adecuados de ventilación, aislación térmica y espacios seguros. Actualizar normativas para incorporar los derechos de la niñez en la regulación del sector; priorizar viviendas bien ubicadas y conectadas a servicios esenciales; recuperar espacios públicos en barrios críticos; y establecer un sistema de monitoreo permanente de la situación habitacional infantil.
En esa línea, la subsecretaria de Vivienda, Gabriela Elgueta, sostuvo que “una de las líneas clave del Plan de Emergencia Habitacional ha sido el arriendo a precio justo, para incidir en un mercado donde muchas familias, sobre todo en zonas urbanas, destinan más del 35% de sus ingresos al pago de vivienda. Esto les obliga a vivir en condiciones precarias, con altos niveles de hacinamiento y allegamiento. Estamos trabajando para ofrecer una alternativa digna a través de subsidios y nuevas construcciones en arriendo que permitan a las familias con niñas y niños acceder a viviendas adecuadas mientras avanzan hacia una solución definitiva”.