Consumo de alcohol en la adolescencia

1 de cada 4 adolescentes ha consumido alcohol durante el último mes

El consumo de alcohol constituye una amenaza para la salud pública alrededor del mundo. A nivel global, una carga importante de enfermedades y lesiones se atribuye al consumo de alcohol y su consumo se encuentra entre las causas de más de 200 enfermedades y lesiones[1]. Niñas y niños son más vulnerables a los daños causados por el alcohol. Diversos estudios han demostrado que el consumo de alcohol en la adolescencia no solo tiene impactos inmediatos, sino también daña el desarrollo cerebral con consecuencias a largo plazo. El consumo de alcohol en esta etapa afecta la salud mental, el comportamiento y las capacidades cognitivas en la edad adulta, estando asociado a aumentos en la tasa y gravedad de psicopatologías relacionadas con el estrés, trastorno depresivo mayor y alteraciones en áreas del cerebro que son cruciales para el soporte de habilidades cognitivas[2]. Por lo mismo, frenar el consumo en la niñez y en la adolescencia es crucial para garantizar el bienestar y asegurar el desarrollo de todo el potencial que tienen niñas y niños.

El indicador presentado a continuación muestra cuántos adolescentes entre 8° básico y 4° medio (menores de 17 años) bebieron alcohol en el último mes. Los datos muestran que en los últimos 20 años ha existido una reducción en las prevalencias de consumo de último mes. No obstante, las tasas de consumo siguen siendo elevadas, alcanzando casi 1 de cada 5 adolescentes a nivel nacional. 

Conclusión

El consumo de alcohol constituye una amenaza para el desarrollo integral de niñas y niños. La literatura ha establecido una relación entre la ingesta alcohólica y el desarrollo cerebral, limitando el potencial del mismo y afectando a largo plazo la capacidad cognitiva y la salud mental[1][2].  Chile ha disminuido la prevalencia de consumo de alcohol en adolescentes de manera progresiva en la última década, no obstante en la última medición se observa un pequeño aumento: 1 de cada 4 adolescentes ha consumido durante el último mes, lo que alcanza a 1 de cada 3 entre las y los mayores de 15 años. Por otro lado, se observan nuevas tendencias, como una brecha entre niñas y niños, siendo las niñas las que presentan mayores prevalencias y precocidad en el consumo, en comparación con los niños, y un aumento en la proporción de menores de 15 años. Este hallazgo nos habla de la importancia de introducir perspectiva de género en los programas de prevención que se realicen[4]. 

El consumo de alcohol y la iniciación en el mismo es explicado por múltiples factores ambientales, socioculturales y del curso de la vida. Tanto las familias, los barrios, los establecimientos educacionales, los medios de comunicación y la sociedad en su conjunto juegan un papel importante para disminuir este problema. Es por esa razón que las políticas públicas no solo deben enfocarse en niñas y niños y sus comportamientos, sino también en sus familias y pares. Por otro lado, la regulación del consumo y su limitación por parte de políticas macro, como leyes de etiquetado, aumento de impuestos y generación de ambientes libres de alcohol son políticas que influyen en el cambio de normas sociales, y que han tenido efectos positivos respecto a otras sustancias como el tabaco[5]. En 2024 comenzó a regir una nueva ley que regula el etiquetado y publicidad de alcohol en Chile. Ese tipo de medidas van en la línea correcta y contribuyen a un cambio en las normas sociales.


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Sobre los datos
¿Cómo se mide?

  • En Chile, el consumo de alcohol en adolescentes se mide a través del Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, que es desarrollado por el Observatorio Chileno de Drogas de Senda. La última medición fue levantada en 2023, lo que permite conocer las tendencias de consumo de las y los adolescentes a lo largo de 20 años.  

  • La encuesta mide si las y los estudiantes consumieron alcohol en los últimos 30 días y se aplica a estudiantes de 8° básico a 4° medio en establecimientos municipales, particulares subvencionados y particulares pagados. Tiene representatividad nacional y regional.


Referencias

[1] Organización Mundial de la Salud. (2024, 25 de junio). Alcohol. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/alcohol

[2] Steinfeld, M. R., & Torregrossa, M. M. (2023). Consequences of adolescent drug use. Translational Psychiatry, 13(1), 313. https://www.nature.com/articles/s41398-023-02590-4

[3] Sanhueza, G. E., Delva, J., Bares, C. B., & Grogan-Kaylor, A. (2013). Alcohol consumption among Chilean adolescents: Examining individual, peer, parenting and environmental factors. International Journal of Alcohol and Drug Research, 2(1), 89–97. https://doi.org/10.7895/ijadr.v2i1.71

[4] UNICEF. (2022). Análisis de la situación de la niñez y adolescencia en Chile: SITAN 2022. https://www.unicef.org/chile/informes/an%C3%A1lisis-de-la-situaci%C3%B3n-de-la-ni%C3%B1ez-y-adolescencia-en-chile

[5] Margozzini, P., & Sapag, J. (2015). El consumo riesgoso de alcohol en Chile: Tareas pendientes y oportunidades para las políticas públicas. https://politicaspublicas.uc.cl/wp-content/uploads/2015/03/N%C2%B0-75-El-consumo-riesgoso-de-alcohol-en-Chile.pdf

[6] Román, F., & Cable, N. (2019). Consumo de alcohol en adolescentes chilenos, ¿importa al colegio que asistan? V Congreso de Salud Pública y VII Congreso Chileno de Epidemiología. https://www.medwave.cl/resumenescongreso/sp2018/equidetsal/7471.html

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