Niñez en situación de pobreza

Actualmente, medio millón de niñas y niños vive en hogares bajo la línea de la pobreza

Las condiciones materiales en las que viven niñas y niños son esenciales para su bienestar[1]. Para crecer y desarrollarse plenamente, niñas y niños requieren acceso a recursos que les permitan no solo cubrir esas necesidades, sino también aprender, interactuar con sus compañeros y adultos, y sentirse conectados y aceptados en las sociedades en las que habitan. La carencia económica afecta de forma particular a la niñez y a la adolescencia, vulnera sus derechos[2] y tiene consecuencias negativas en su desarrollo cognitivo, socioemocional, mental y físico[3]. También, perjudica sus posibilidades de acceder a servicios de salud[4] y afecta su rendimiento académico[5]. Estos efectos aumentan a medida que se vive más tiempo en situación de pobreza[6] e impactan en su bienestar presente y futuro[7]. 

Este indicador mide cuántas niñas y niños viven en hogares que al mes no alcanzan un ingreso por sobre la línea de la pobreza, estimada en base a la Canasta Básica de Alimentos. En 2022, para una familia de cuatro habitantes, la línea de la pobreza se ubicó en $572.269[8].

Conclusiones

Si bien la pobreza infantil ha disminuido en las últimas décadas, aún hay medio millón de niñas y niños que viven sin las condiciones materiales mínimas para su desarrollo. Los datos muestran que las niñas y los niños más pequeños, aquellos que nacieron en otro país, que son residentes de zonas rurales y que se identifican con pueblos originarios son más vulnerables a la pobreza. Estos grupos requieren estrategias integrales, tanto para mitigar los efectos negativos de la pobreza sobre las trayectorias de vida como para garantizar el derecho de niñas y niños a satisfacer sus necesidades básicas y tener condiciones de vida adecuadas.

La pobreza medida por el ingreso del hogar ofrece un indicador de las condiciones materiales que permite comparar la situación de las niñas y los niños en un largo tramo de tiempo, pero es fundamental considerar otros indicadores que proporcionen una perspectiva multidimensional y permitan estimar con mayor precisión cuántas niñas y niños experimentan otras carencias materiales, que la línea de pobreza por ingresos no considera. Además, Chile debe avanzar hacia una medición de pobreza infantil que considere las necesidades particulares de niñas y niños, ya que ellas y ellos pueden verse expuestos a situaciones de privación debido a las prioridades financieras de sus padres, incluso si el hogar se encuentra por encima de la línea de pobreza 98, lo cual no se estaría viendo reflejado en este indicador.

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Sobre los datos

  • La encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), encargada de medir la pobreza en Chile, mide cinco dimensiones que permiten analizar la presencia de carencias no necesariamente económicas en los hogares. Esta encuesta se aplica cada dos o tres años en una muestra representativa de hogares a nivel nacional y regional. 

  • Uno de los indicadores que estima Casen es la pobreza por ingresos, que clasifica a los hogares según si sus ingresos totales están por sobre o por debajo de la línea de la pobreza. Esta medición considera tanto los ingresos autónomos del hogar como los subsidios estatales.

  • La línea de la pobreza, calculada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, se basa en el costo actualizado de la Canasta Básica de Alimentos. En noviembre de 2022, este umbral correspondía a 216.849 pesos para un hogar unipersonal[8].

Referencias:

[1] OECD. (2021). Measuring what matters for child well-being and policies. OECD Publishing. https://doi.org/10.1787/e82fded1-en

[2] Alianza Erradicación de la Pobreza Infantil. (2021). Nacer y crecer en pobreza y vulnerabilidad. https://static1.squarespace.com/static/640b3ecd8e657207db1fba5a/t/665e3ce25880b15eb8d1f0c2/1717452015173/Nacer+y+crecer+en+pobreza+Final+.pdf

[3] Bradley, R. H., & Corwyn, R. F. (2002). Socioeconomic status and child development. Annual Review of Psychology, 53, 371–399. https://doi.org/10.1146/annurev.psych.53.100901.135233

[4] Bedregal, P., Hernández, V., Mingo, M. V., Castañón, C., Valenzuela, P., Moore, R., De la Cruz, R., & Castro, D. (2016). Desigualdades en desarrollo infantil temprano entre prestadores públicos y privados de salud y factores asociados en la Región Metropolitana de Chile. Revista Chilena de Pediatría, 87(5), 351-358. https://doi.org/10.1016/j.rchipe.2016.02.008

[5] Dearing, E., McCartney, K., & Taylor, B. A. (2009). Does higher quality early child care promote low-income children's math and reading achievement in middle childhood? Child Development, 80(5), 1329-1349. https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.2009.01336.x

[6] Espíndola, A., Sunkel, G., Murden, P., & Milosavljevic, V. (2017). Medición multidimensional de la pobreza infantil. UNICEF. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/f55c8cac-eab0-430b-87ea-df0ae977b54c/content

[7] PNUD. (2017). Human Development Reports. https://hdr.undp.org/

[8] Observatorio Social. (2022). Valor de la canasta básica de alimentos y líneas de pobreza. https://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/storage/docs/cba/nueva_serie/2022/Valor_CBA_y_LPs_22.11.pdf

[9] OECD. (2021). Play, create and learn: What matters most for five-year-olds. OECD Publishing. https://issuu.com/oecd.publishing/docs/play-create-learn-what-matters-most-for-five-year-

[10] Hernando, A. (2019). Inmigración y pobreza. En Aninat, I., & Vergara, R. (Eds.), Inmigración en Chile: Una mirada multidimensional (pp. 283-320). Centro de Estudios Públicos (CEP). https://static.cepchile.cl/uploads/cepchile/2022/09/librocep_inmigracion.pdf

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