Polivictimización

La mitad de las niñas y niños de 7º básico y 3º medio ha experimentado más de seis victimizaciones a lo largo de su vida

Indicador publicado por primera vez en noviembre del 2024
Última actualización del indicador en junio del 2025

La violencia contra la niñez es un fenómeno global y urgente e impacta directamente en el bienestar de niñas y niños, en tanto que los costos personales, sociales y económicos son muy altos[1]. Las consecuencias de la violencia se expresan en distintos ámbitos, por ejemplo en bajo rendimiento escolar, un mayor riesgo de desempleo o de estar en situación de pobreza en la vida adulta y mayor probabilidad de sufrir enfermedades crónicas y mentales, entre otras consecuencias[2]. Además, puede tener efectos en el desarrollo cerebral, el sistema nervioso y los sistemas endocrino, circulatorio, entre otros[3].

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El modelo INSPIRE[2], promovido por la OMS y otras agencias, identifica 6 formas de violencia y siete estrategias para poner fin a la violencia contra la niñez. Si bien este marco permite distinguir y cuantificar los tipos de violencia, diversas investigaciones han demostrado que comúnmente estas experiencias no ocurren de manera aislada, sino que se superponen a lo largo de la vida, generando un impacto acumulativo: la experiencia demuestra que mientras más victimizaciones viva una niña o niño, más daño socioemocional y físico tendrá. La polivictimización, por ende, corresponde a la exposición simultánea a múltiples tipos de violencia.

Este indicador mide cuántas niñas y niños entre 7º básico y 3º medio han sido víctimas de múltiples tipos de  violencia a lo largo de sus vidas y en el último año. 

La Encuesta de Polivictimización en Niños, Niñas y Adolescentes, que se ha aplicado en el país en 2017 y 2023, utiliza la escala propuesta por Finkelhor[4]. Este instrumento contempla 32 tipos de vicitimizaciones, organizadas en seis dimensiones o formas de violencia: haber estado expuesto a delitos comunes, maltrato por cuidadores, maltrato por pares, violencia sexual, violencia digital y exposición a la violencia en el barrio o en la familia. De acuerdo al mismo autor, una niña o niño es considerado polivíctima a un nivel bajo cuando ha sufrido entre 4 y 6 tipos de victimizaciones y a un nivel alto cuando ha sufrido más de 6.

Conclusión

1 de cada 5 niñas y niños en 2023 declaró haber sido polivíctima en un nivel alto en el último año. Es decir, ha sufrido más de 6 formas de violencia en distintos ámbitos de su vida. Estos datos demuestran, además, que existen grupos especialmente vulnerables a acumular experiencias de violencia, como las niñas, los mayores de 15 años y las niñas y niños en situación de discapacidad. Las diferencias por género van en línea con lo observado a nivel internacional (UNICEF, 2017). 

Debido a los altos costos emocionales y sociales de la violencia en la niñez, por lo que es sumamente relevante diseñar intervenciones que busquen disminuir la violencia que sufren niñas y niños en diversos ámbitos de su vida, como lo es la esfera familiar, educacional, de la comunidad o barrio y el espacio digital. La literatura ha demostrado que los factores sociales, económicos y culturales pueden tanto proteger a los niños como aumentar el riesgo de sufrir violencia, por lo que las políticas que se implementen deben estar dirigidas, a través de un enfoque sistémico, a fortalecer los factores protectores y poner el foco en la prevención.

Sobre los datos

  • La Encuesta de Polivictimización, encargada por la Subsecretaría de Prevención del Delito, se aplica en estudiantes de 7º básico a 3º medio de establecimientos educacionales en las 16 regiones del país de todas las dependencias administrativas. La primera ola de aplicación fue en 2017 y la segunda en 2023. 

  • Su objetivo es determinar la magnitud de la exposición a violencias en niños, niñas y adolescentes, junto con sus niveles de polivictimización, a nivel nacional y regional. 

  • La medición toma como referente un instrumento (o cuestionario estandarizado) llamado “Juvenile Victimization Questionnaire”, validado por David Finkelhor, reconocido sociólogo estadounidense. Esta escala permite identificar 32 tipos de victimizaciones agrupadas en 6 dimensiones y mide, también, la autoestima de adolescentes y depresión infantil en niñas y niños, con las escalas de Rosenberg y Birleson, respectivamente. 

  • El indicador de polivictimización presentado considera a aquellas niñas y niños que han experimentado entre 4 y 6 victimizaciones como polivíctimas a un nivel bajo y sobre 6 como polivíctimas a un nivel alto, siguiendo las recomendaciones de Finkelhor (2005).

Referencias

[1] Unicef. (2020). Global status report on preventing violence against children. https://www.unicef.org/reports/global-status-report-preventing-violence-against-children-2020 

[2] Organización Panamericana de la Salud (2017) INSPIRE. Siete estrategias para poner fin a la violencia contra los niños y las niñas. Washington, D.C. : OPS, 2017. https://inspire-strategies.org/sites/default/files/2020-06/Spanish.pdf 

[3] Organización Panamericana de la Salud (s.f). Prevención de la violencia. Disponible en: https://www.paho.org/es/temas/prevencion-violencia 

[4] Finkelhor, David, Richard K. Ormrod, y Heather A. Turner. «Poly-Victimization: A Neglected Component in Child Victimization». Child Abuse & Neglect 31, n.o 1 (enero de 2007): 7-26. https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2006.06.008

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