Violencia entre pares

1 de cada 3 adolescentes entre 7° básico y 3° medio ha sido víctima de violencia entre pares en los últimos doce meses

La violencia entre pares afecta el bienestar de la niñez. A modo general, las  distintas formas de violencia afectan de forma particular a niñas y niños, ya que en esta etapa se desarrollan afectiva, cognitiva y socialmente[1]. Este desarrollo se puede ver interrumpido ante estímulos adversos[2]. Al corto y mediano plazo, quienes se ven expuestos a violencia, pueden incrementar la presencia de sintomatología depresiva y ansiosa[3][4], comportamientos internalizantes y externalizantes[5] y disminuir su rendimiento académico[6]. Más aún, algunos de estos efectos pueden perdurar hasta la edad adulta[7]. 

La violencia entre pares o maltrato escolar corresponde a una forma de victimización. Ponen en riesgo el bienestar individual físico, emocional y psicológico de niñas y niños, y además afectan a los ecosistemas donde comparten[8]. Para enfrentar la violencia entre pares se requiere promover mejores relaciones interpersonales en la escuela, en el barrio y en sus hogares. En las escuelas, profesoras y profesores y profesionales asistentes de la educación juegan un rol fundamental deteniendo agresiones psicológicas y físicas, y desnaturalizando prácticas violentas[9][10]. Es importante notar que la violencia entre pares no sucede de forma aislada, sino que en muchos casos sucede en contextos de polivictimización. Esto quiere decir que muchas niñas y niños no solo viven violencia por parte de sus pares, sino que es posible que también vivan simultáneamente otras formas de violencia, por ejemplo, en el barrio o en sus familias. Los climas de convivencia más conflictivos pueden ser un reflejo de exposiciones a violencia en el barrio o el hogar y prácticas naturalizadas[8], por lo que es importante pensar en intervenciones sistémicas para erradicar las distintas formas de violencia que experimentan niñas y niños a diario. 

El indicador Violencia entre pares mide la proporción de adolescentes entre 7° básico y 3° medio que han sido víctimas de violencia entre pares alguna vez en la vida y en el último año. Violencia entre pares comprende las siguientes agresiones: imposición a hacer cosas que no se quiere; haberse sentido mal por insulto de un grupo de niñas o niños; ataque físico de un niña o niño; ataque físico de un grupo; ataque físico de una pareja romántica. Haber experimentado al menos una de estas situaciones en el último año (prevalencia año) o alguna vez en su vida (prevalencia vida) define a la o el adolescente como víctima de violencia entre pares.

Conclusión

Tanto en la vida como en el último año, las niñas y niños declaran vivir más situaciones de violencia entre pares que hace 6 años. Este hecho sigue una tendencia mundial preocupante que debe ser revertida de forma integral, incluyendo un cambio en las relaciones que se sostienen en la familia, el barrio y la escuela. 

Si bien la violencia entre pares se presenta de manera bastante transversal, hay grupos que son víctimas de violencia de este tipo en mayor medida, como las niñas que presentan en promedio mayores niveles de violencia entre pares en relación a los niños, niñas y niños que presentan alguna discapacidad y, por último, las y los estudiantes de colegios subvencionados. 

Las familias y entornos cercanos a niñas y niños son fuentes de vital importancia para su apoyo social, sin embargo, éstas requieren de apoyos para desarrollar y mantener activamente relaciones sanas con sus hijas e hijos[13]. Proporcionar apoyos socioeconómicos para la salud y el bienestar de estas familias reduce el riesgo de que niñas y niños sufran de acoso[14]. Por lo demás, la evidencia ha demostrado que el apoyo de las familias protege contra las consecuencias del maltrato de pares, acoso, o bullying[15].

Como se ha mencionado, toda forma de violencia tiene consecuencias sobre el bienestar de la niñez, y estos efectos se manifiestan a corto, mediano y largo plazo. Abordar los climas de convivencia al interior de la escuela y en los barrios es fundamental para cambiar estas trayectorias.

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Sobre los datos

  • La Encuesta Nacional de Polivictimización en Niños, Niñas y Adolescentes es aplicada por la Subsecretaría de Prevención del Delito a nivel nacional con el objetivo de caracterizar en profundidad experiencias de victimización que sufren niñas, niños y adolescentes desde una perspectiva integral, que incluye el entorno familiar, escolar y social[11]. Esta encuesta explora ocho tipos de victimización, dentro de los cuales se encuentra la violencia entre pares. El maltrato efectuado por pares incluye ataques físicos, insultos o imposiciones que uno o más niñas y/o niños efectúa sobre un compañero o compañera. 


Referencias

[1] Pinto, C., & Venegas, K. (2015). Experiencias de victimización y polivictimización en jóvenes chilenos. https://www.sename.cl/wsename/otros/senales_2016/senales_14_pag-05_art1.pdf

[2] Finkelhor, D., Ormrod, R. K., Turner, H. A., & Hamby, S. L. (2005). Measuring poly-victimization using the Juvenile Victimization Questionnaire. Child Abuse and Neglect, 29(11), 1297–1312.

[3] Kaltiala-Heino, R., Rimpelä, M., Marttunen, M., Rimpelä, A., & Rantanen, P. (1999). Bullying, depression, and suicidal ideation in Finnish adolescents: A school survey. British Medical Journal, 319, 348–351.

[4] Baldry, A. (2004). The impact of direct and indirect bullying on the mental and physical health of Italian youngsters. Aggressive Behavior, 30, 343–355.

[5] Ghandour, R., Overpeck, M., Huang, Z., Kogan, M., & Scheidt, P. (2004). Headache, stomachache, backache, and morning fatigue among adolescent girls in the United States. Archives of Pediatric Adolescent Medicine, 158, 797–803.

[6] Woods, S., & Wolke, D. (2004). Direct and relational bullying among primary school children and academic achievement. Journal of School Psychology, 42, 135–155.

[7] Carr, D. (Ed.). (2009). Encyclopedia of the Life Course and Human Development. Volume 1: Childhood and Adolescence. Macmillan Reference USA.

[8] Rodríguez Garcés, C., Suazo Ruíz, C., Padilla Fuentes, G., & Espinosa Valenzuela, D. (2022). Polivictimización reportada por escolares chilenos: ¿Es la escuela un lugar donde sentirse a salvo? Revista Innovaciones Educativas, 24(36), 163–181. https://dx.doi.org/10.22458/ie.v24i36.3918

[9] Villalobos, B., Carrasco, C., Olavarría, D., Ortiz, S., López, V., Oyarzún, D., & Álvarez, J. P. (2016). Victimización de pares y satisfacción con la vida: La influencia del apoyo de profesores y compañeros de la escuela. Psykhe, 25(2), 1–16. http://www.psykhe.cl/index.php/psykhe/article/view/861

[10] Castañeda, G. (2018). Maltrato escolar, práctica pedagógica y lenguaje. Enunciación, 23(2), 162–179. https://doi.org/10.14483/22486798.13187

[11] Subsecretaría de Prevención del Delito. (2024). Principales resultados 2ª Encuesta Nacional de Polivictimización.

[12] Fekkes, M., Pijpers, F. I. M., & Verloove-Vanhorick, S. P. (2005). Bullying: Who does what, when and where? Involvement of children, teachers, and parents in bullying behavior. Health Education Research, 20(1), 81–91. https://doi.org/10.1093/her/cyg100

[13] Erdogan, Y., Hammami, N., & Elgar, F. J. (2023). Bullying, family support, and life satisfaction in adolescents of single-parent households in 42 countries. Child Indicators Research, 16, 739–753. https://doi.org/10.1007/s12187-022-09996-4

[14] Låftman, S. B., Alm, S., Sandahl, J., & Modin, B. (2018). Future orientation among students exposed to school bullying and cyberbullying victimization. International Journal of Environmental Research and Public Health, 15(4), 605. https://doi.org/10.3390/ijerph15040605

[15] Šmigelskas, K., Vaičiūnas, T., Lukoševičiūtė, J., Malinowska-Cieślik, M., Melkumova, M., Movsesyan, E., & Zaborskis, A. (2018). Sufficient social support as a possible preventive factor against fighting and bullying in school children. International Journal of Environmental Research and Public Health, 15(5), 870. https://doi.org/10.3390/ijerph15050870

Fraga, S., Soares, S., Peres, F. S., & Barros, H. (2022). Household dysfunction is associated with bullying behavior in 10-year-old children: Do socioeconomic circumstances matter? Journal of Interpersonal Violence, 37(15-16), NP13877–NP13901. https://doi.org/10.1177/08862605211006352

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