Bajo peso al nacer
1 de cada 10 niñas y niños nace hoy con bajo peso, una cifra que ha aumentado desde 2017
Indicador publicado por primera vez en marzo del 2024
Última actualización del indicador en agosto del 2025
El comienzo de la vida de niñas y niños está vinculado a sus posibilidades de desarrollo futuro, y uno de los principales indicadores de salud en los recién nacidos es su peso al nacer. Si bien el bajo peso al nacer plantea desafíos y riesgos de salud adicionales, es posible superarlos con apoyo adecuado. Diversos estudios han demostrado que el peso, la talla y la circunferencia de la cabeza, así como el patrón de crecimiento —especialmente durante el período de desarrollo intrauterino y los dos primeros años de vida—, constituyen buenos predictores de los resultados a lo largo de la vida, por ejemplo en lo cognitivo y educativo[1][2].
Temas relacionados
El peso se mide poco después del nacimiento. Un peso superior a 2.500 gramos se considera normal, mientras que menos de 2.500 gramos se clasifica como bajo peso. Este umbral es monitoreado ya que mucha evidencia ha demostrado que los recién nacidos con peso bajo al nacer tienen más riesgo de mortalidad infantil, problemas en el desarrollo cognitivo, neuromuscular y motor, discapacidades temporales o permanentes y otros problemas de salud en el futuro. Los factores que pueden llevar a un bajo peso al nacer incluyen la edad de la madre y su salud, y las condiciones del entorno. El tabaquismo, la mala nutrición, la pobreza, el estrés, las infecciones y experimentar violencia durante la gestación, se han asociado a bajo peso al nacer[3][4][5].
Desde el 2017, ha aumentado la proporción de niñas y niños que nacen con bajo peso. Si bien este aumento puede reflejar condiciones de vulnerabilidad de las madres, también puede reflejar el avance de la tecnología médica y la mejora en la atención de salud materna a las madres, lo cual permite que más bebés con peso bajo sobrevivan y se desarrollen. Aun así, la mejor forma de prevenir el bajo peso al nacer es mejorar la salud de las madres durante el embarazo.
Conclusión
Se ha observado un aumento en la proporción de recién nacidos con bajo peso entre 2017 y 2024 a nivel país. Algunas regiones presentan históricamente tasas por sobre el 10% de bajo peso al nacer, lo que puede ser contrarrestado con una mejor focalización y adherencia a controles prenatales en que se puedan detectar y tomar acciones para asegurar un correcto crecimiento en el período del desarrollo intrauterino. También es importante que se promuevan políticas públicas que aborden determinantes sociales de la salud que la evidencia ha demostrado se vinculan con el bajo peso al nacer.
Abordar los determinantes sociales de la salud implica implementar políticas que reduzcan la pobreza y la desigualdad económica, dado que un bajo nivel socioeconómico es un factor de riesgo importante para el bajo peso al nacer. También requiere garantizar el acceso a la educación y a programas de capacitación laboral que mejoren la situación económica de las mujeres y disminuyan el estrés asociado a la inestabilidad financiera. Asimismo, es fundamental asegurar la disponibilidad de alimentos nutritivos y asequibles para todas las mujeres embarazadas y sus familias, así como promover políticas que garanticen viviendas seguras y estables y entornos comunitarios protectores para todas las familias.
En general, el panorama muestra que la mayoría de las regiones han experimentado alzas sostenidas o recientes en sus tasas, especialmente desde el año 2021, lo que sugiere un cambio post-pandemia en la tendencia nacional. De las 16 regiones, más de la mitad presenta incrementos claros —algunas con niveles preocupantes como Ñuble y Valparaíso—, mientras que un grupo menor mantiene estabilidad relativa (Tarapacá, Coquimbo, Los Lagos) o incluso leves bajas recientes (La Araucanía, Magallanes, Maule). Las regiones con promedios históricamente más bajos, como Aysén y Arica y Parinacota, siguen siendo excepciones, aunque también han mostrado pequeños aumentos. Se observa un comportamiento predominante de crecimiento de las tasas, con pocos casos de descensos sostenidos.
De acuerdo con la OCDE, Chile es uno de los cuatro países de Latinoamérica donde ha aumentado la proporción de recién nacidos que pesan menos de 2.500 gramos. Aunque este dato podría reflejar una mayor supervivencia de bebés con bajo peso facilitado por los avances médicos, también puede ser causado por factores como el retraso en la maternidad, la malnutrición durante el embarazo y vulnerabilidades experimentadas durante la gestación. Es crucial continuar investigando las causas de este aumento relativo, para implementar medidas que contrarresten esta tendencia y garantizar un buen inicio de vida para todas y todos los recién nacidos.
Sobre los datos
La fuente de los datos son Datos abiertos del Departamento de estadísticas e información de salud (DEIS) del Ministerio de Salud. Estos datos son de carácter censal, corresponden a los nacimientos en todos los establecimientos públicos de salud. La recolección del dato, depende de la cartera de servicio de cada centro de salud.
El peso se mide poco después del nacimiento; un peso superior a 2.500 gramos se considera normal, mientras que menos de 2.500 gramos se clasifica como bajo peso.
Referencias
[1] Berlinsky, S. & Schady, N. (eds.) (2015). Los primeros años: el bienestar infantil y el papel de las políticas públicas.
[2] Hoddinott, J., J. R. Behrman, J. A. Maluccio, P. Melgar, A. R. Quisumbing, M. Ramírez-Zea, A. D. Stein, K. M. Yount y R. Martorell (2013). Adult Consequences of Growth Failure in Early Childhood.” American Journal of Clinical Nutrition 98(5) (noviembre): 1170–78.
[3] KIDS COUNT Data Center, «Low Birth-Weight Babies», Kids count data center, accedido 3 de julio de 2024, https://datacenter.aecf.org/data/tables/5425-low-birth-weight-babies?loc=1&loct=1.
[4] G Singh, R Chouhan, y K Sidhu, «Maternal Factors for Low Birth Weight Babies», Medical Journal, Armed Forces India 65, n.o 1 (enero de 2009): 10-12, https://doi.org/10.1016/S0377-1237(09)80045-2
[5] Alice Goisis et al., «Advanced Maternal Age and the Risk of Low Birth Weight and Preterm Delivery: A Within-Family Analysis Using Finnish Population Registers», American Journal of Epidemiology 186, n.o 11 (1 de diciembre de 2017): 1219-26, https://doi.org/10.1093/aje/kwx177
[6] Hughes, D., & Simpson, L. (1995). The role of social change in preventing low birth weight. The Future of children, 5(1), 87–102.
[7] OECD y The World Bank, «Panorama de la salud: Latinoamérica y el caribe 2020» (Paris: OECD, 16 de junio de 2020), https://www.oecd-ilibrary.org/social-issues-migration-health/panorama-de-la-salud-latinoamerica-y-el-caribe-2020_682391cc-es