Trabajo infantil
Más de 500.000 niñas y niños realizan trabajo infantil en Chile
Indicador publicado por primera vez en agosto del 2025
Última actualización del indicador en agosto del 2025
En la Convención de los Derechos del Niño (ratificada por Chile en 1990), se consagra el derecho a “estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso” (Art. 32) o bien contra la realización de trabajos que no permitan el goce de otros derechos, como el juego, el descanso, el aprendizaje y la salud[1]. Actualmente son miles de niñas y niños en Chile que se ven expuestos al trabajo infantil en sus diversas formas, lo que impacta en el desarrollo físico y mental de las niñas y niños[2].
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No todo trabajo realizado por niñas y niños se considera trabajo infantil, sino que es específicamente aquel que, por su naturaleza, pone en riesgo el ejercicio de otros derechos fundamentales de la niñez, como la salud, el desarrollo, la asistencia al colegio o el juego. En Chile, la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA)[3] mide las magnitudes y características del trabajo infantil. De acuerdo a la conceptualización de trabajo infantil que hace esta medición, el trabajo infantil incluye dos tipos de actividades. En primer lugar, las actividades económicas o en la ocupación. En este ámbito se consideran actividades como trabajar en un negocio (ordenar, vender, atender personas), puestos en la feria, en el campo, entre otros, y se consideran criterios diferenciados por edad. En el tramo de 5 a 14 años corresponde a cualquier trabajo en tanto este tramo está por debajo de la edad legal para trabajar. En el tramo de 15 a 17 años, en cambio, la definición es diferente: el trabajo infantil incluye realizar trabajos peligrosos, como utilizar herramientas o elementos peligrosos, cargas pesadas, lugares o actividades peligrosas, horarios prolongados, en horario nocturno, oficios peligrosos o hay riesgo de abandono escolar. En segundo lugar, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y peligroso incluye actividades como ordenar, limpiar, cuidar, lavar, planchar etc. Se considera trabajo infantil cuando se realiza por horarios prolongados (más de 21 horas en el caso de niñas y niños de 9 a 14 años y más de 30 en el caso de los mayores de 15) y en el tramo de 5 a 14 años incluye actividades peligrosas como usar cuchillos, cocinar, etc. Se considera trabajo infantil siempre que afecta la asistencia escolar.
Conclusión
Cerca de 500.000 niñas y niños realiza trabajo infantil en alguna de sus formas. Esta cifra corresponde a un 16% de las niñas y niños entre 5 a 17 años. El trabajo infantil, sin embargo, no se distribuye de la misma manera y algunos grupos se ven más expuestos que otros. La mayor diferencia en las actividades de ocupación se da de acuerdo a la zona de residencia: la proporción de niñas y niños residentes en zonas rurales es más del doble que en zonas urbanas. Además, las niñas y niños del quintil más pobre trabajan en mayor medida que aquellos que se encuentran en quintiles de mayores ingresos. En cuanto al trabajo doméstico y de cuidados, se observa una realidad distinta: no hay diferencias en términos socioeconómicos o territoriales, sino que en todos los grupos cerca de un 11% de las niñas y niños trabaja.
Si bien en el trabajo infantil general no hay diferencias de acuerdo al sexo de niñas y niños, llama la atención que hay diferencias si se desagrega por tipo de trabajo: los niños se dedican en mayor proporción al trabajo de ocupación y las niñas al trabajo doméstico y de cuidados.
Es importante seguir avanzando en la garantía de los derechos de la niñez y también es relevante que las mediciones se mantengan y se vuelvan más recurrentes, para que de esta forma no se tenga que esperar más de una década para saber nuevamente cuántas niñas y niños se encuentran en esta situación.
Sobre los datos
La Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) fue aplicada por el Ministerio de Desarrollo Social junto una mesa técnica conformada por el Ministerio del trabajo, el Ministerio de la mujer, OIT y UNICEF.
El objetivo de este instrumento es conocer las principales actividades de niñas, niños y adolescentes, indagando en educación, realización de tareas domésticas, actividades económicas y actividades recreativas. Además, busca conocer las magnitudes y características del trabajo infantil en Chile. En esta versión se incluyó el trabajo doméstico como parte del trabajo infantil. Producto de esta incorporación no es comparable con la medición de 2012.
La EANNA se aplicó directamente a niñas y niños (entre 5 y 17 años), garantizando su derecho a ser escuchados y reduciendo la subdeclaración del trabajo infantil que a menudo ocurre al consultar solo a los cuidadores. La muestra abarcó 17.659 participantes, seleccionados a partir de la Casen 2022, asegurando representatividad a nivel nacional, regional y por zona (urbana/rural).
Referencias
[1] UNICEF (2015). Convención sobre los Derechos del Niño. Disponible en: https://www.unicef.es/publicacion/convencion-sobre-los-derechos-del-nino
[2] Subsecretaría del Trabajo (s.f.). Trabajo infantil. Disponible en: https://www.noaltrabajoinfantil.cl/trabajo-infantil/
[3] Observatorio Social (2024). Informe de trabajo infantil en Chile. Resultados de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes, EANNA 2023. Disponible en: https://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/storage/docs/eanna/2023/Informe_trabajo_infantil_EANNA2023.pdf