Actividades de juego y recreación
A 1 de cada 2 niñas y niños de educación parvularia le leyeron cuentos más de una vez a la semana y 1 de cada 3 hizo actividades deportivas con la misma frecuencia
Indicador publicado por primera vez en junio del 2025
Última actualización del indicador en junio del 2025
El descanso, el esparcimiento, el juego, las actividades recreativas, la vida cultural y las artes corresponden a derechos universales de niñas y niños[1]. Estos derechos no se encuentran unidos por azar, ya que en conjunto generan las condiciones para proteger y asegurar el bienestar y desarrollo integral de niñas y niños. El juego y la recreación potencian el perfeccionamiento de habilidades físicas, emocionales, sociales y el aprendizaje. Incluso permiten un mejor descanso, fundamental en esta etapa. A través del juego, las niñas y los niños exploran mundos sociales, materiales e imaginarios que los rodean y su lugar dentro de él, desarrollando al mismo tiempo una variedad flexible de respuestas ante los desafíos que enfrentan[2]. El juego no es un pasatiempo trivial: fortalece la estructura y el funcionamiento del cerebro, y favorece el desarrollo de importantes funciones, por ejemplo, la función ejecutiva que nos permite aprender más allá de los contenidos, y que nos ayuda a perseguir metas y a mantener la concentración[3].
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Sin embargo, no todas las niñas y niños acceden con la misma frecuencia al cumplimiento efectivo de este derecho y se ha documentado que hay un limitado reconocimiento del juego en la vida de niñas y niños, lo que se traduce en la ausencia de inversiones en disposiciones adecuadas[4], las cuales deberían orientarse a crear un tiempo y un espacio en que los niños puedan dedicarse al juego, la recreación y la creatividad espontánea, y no solo a establecer actividades estructuradas y organizadas.
Para medir la frecuencia con que niñas y niños realizan juegos y actividades recreativas, se utiliza la Encuesta de Vulnerabilidad Escolar. Este instrumento se aplica anualmente a cuidadoras y cuidadores de estudiantes de los niveles parvulario, 1° básico, 5° básico y 1° medio, de colegios que reciben financiamiento público. En este indicador se analizan las preguntas del cuestionario de educación parvularia asociadas a actividades al interior del hogar y a actividades en el exterior. Respecto a las primeras, se incluyó la frecuencia en el último mes con que la o el cuidador principal leyó con la niña o niño, cantó o tocó algún instrumento y, finalmente, pintó o escribió. Respecto a las segundas actividades, se incluyen la frecuencia en el último mes con que la o el cuidador principal realizó alguna actividad cultural, como ir al museo, recitales, cine o teatro, junto a la niña o el niño en el último mes, alguna actividad deportiva, jugó en una plaza o parque público y, por último, la frecuencia con que la o el cuidador llevó a la niña o niño a jugar con otros niños en el barrio. A continuación, se presenta la proporción de niñas y niños que realiza estas actividades más de 4 veces al mes, es decir, al menos 1 actividad a la semana en promedio.
Conclusión
El juego, la recreación y el acceso a experiencias culturales no son lujos ni complementos: son derechos esenciales para el desarrollo pleno de niñas y niños. Sin embargo, los datos muestran que factores como el hacinamiento, la falta de espacios adecuados en el hogar o las desigualdades socioeconómicas limitan gravemente su ejercicio. Reconocer el valor del juego implica también asumir el compromiso de crear condiciones reales y equitativas para que todos los niños y niñas puedan explorar, imaginar, descansar y crecer en entornos que respeten y potencien su derecho a ser infancia.
Sobre los datos
Para medir la frecuencia con que niñas y niños realizan juegos y actividades recreativas, se utiliza la Encuesta de Vulnerabilidad Escolar que aplica anualmente Junaeb a cuidadoras y cuidadores de estudiantes de los niveles parvulario, 1° básico, 5° básico y 1° medio, de colegios que reciben financiamiento público.
En este indicador se analizan las preguntas del cuestionario de educación parvularia asociadas a actividades al interior del hogar y a actividades en el exterior. Respecto a las primeras, se incluyó la frecuencia en el último mes con que la o el cuidador principal leyó con la niña o niño, cantó o tocó algún instrumento y, finalmente, pintó o escribió. Respecto a las segundas actividades, se incluyen la frecuencia en el último mes con que la o el cuidador principal realizó alguna actividad cultural, como ir al museo, recitales, cine o teatro, junto a la niña o el niño en el último mes, alguna actividad deportiva, jugó en una plaza o parque público y, por último, la frecuencia con que la o el cuidador llevó a la niña o niño a jugar con otros niños en el barrio.
Referencias
[1] Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). (2006). Convención sobre los Derechos del Niño. Naciones Unidas. https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf
[2] Kernan, M. (2007). Play as a context for early learning and development. National Council for Curriculum and Assessment. https://ncca.ie/media/1140/play-as-a-context-for-early-learning-and-development.pdf
[3] Yogman, M., Garner, A., Hutchinson, J., Hirsh-Pasek, K., & Golinkoff, R. M. (2018). The power of play: A pediatric role in enhancing development in young children. Pediatrics, 142(3), e20182058. https://doi.org/10.1542/peds.2018-2058
[4] ONU: Comité de los Derechos del Niño (CRC), Observación general Nº 17 (2013) sobre el derecho del niño al descanso, el esparcimiento, el juego, las actividades recreativas, la vida cultural y las artes (artículo 31), CRC/C/GC/17, 17 Abril 2013, https://www.refworld.org/es/leg/coment/crc/2013/es/96090
[5] Bellei, C. (2018). La nueva educación pública: Contexto, contenidos y perspectivas de la desmunicipalización. Universidad de Chile. https://intranet.ciae.cl/uploads/resources/626/NuevaEducacionPublica-ciae2018-2-205.pdf