Mortalidad infantil y neonatal

 
 

En la última década, ha disminuido tanto la mortalidad neonatal como de menores de un año

Hace un siglo, se estima que en Chile morían casi 300 cada 1.000 niñas y niños antes de cumplir un año de vida. Hoy, la tasa de mortalidad de menores de un año es de 5,8 y de 4,5 en el caso de neonatos. Desde los años cuarenta se comenzó a registrar en el país una baja sostenida pero paulatina de la mortalidad infantil, siendo a partir de 1970 cuando hubo una fuerte caída, alcanzado las cifras que observamos hoy[1]. En Chile, los avances en la atención perinatal y neonatal han contribuido significativamente a disminuir las tasas de mortalidad, dando cuenta de la importancia de políticas públicas orientadas a la protección de la madre y el recién nacido. Más específicamente, la reducción de la mortalidad neonatal e infantil es posible mediante intervenciones preventivas, como un adecuado control prenatal, atención médica de calidad durante el parto y el postparto, programas de vacunación y promoción de hábitos saludables en la madre[2].

La mortalidad neonatal se define como el fallecimiento de la niña o niño dentro de los primeros 28 días de vida, en tanto que la mortalidad infantil corresponde al fallecimiento ocurrido antes del primer año de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (2024), las principales causas de defunción son el parto prematuro, las complicaciones en el parto (asfixia perinatal o traumatismo obstétrico), las infecciones neonatales y las anomalías congénitas[3]. Asimismo, las principales causas en Chile actualmente son las malformaciones congénitas, las anomalías cromosómicas, la prematurez y la sepsis neonatal. Algunos factores maternos que influyen son la edad, el nivel de escolaridad, la malnutrición por exceso, hipertensión, diabetes, control prenatal insuficiente y otras variables socioeconómicas[4].


Sobre los datos

Este indicador se construyó utilizando las estadísticas vitales del Instituto Nacional de Estadísticas entre 2010 y 2021. Las estadísticas vitales corresponden a registros administrativos y legales de las y los nacidos vivos, las y los fallecidos, los matrimonios, los acuerdos de unión civil, y las defunciones fetales

La tasa de mortalidad se estima dividiendo el número de defunciones de menores de 28 días o de niñas y niños menores de un año, según corresponda, por el número de nacidos vivos en el mismo año. El resultado se multiplica por 1.000.


Referencia

[1] Memoria Chilena. Baja de las tasas de mortalidad infantil. Biblioteca Nacional de Chile. https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-93237.html

[2] Kaempffer R, Ana, & Medina L, Ernesto. (2006). Mortalidad infantil reciente en Chile: Éxitos y desafíos. Revista chilena de pediatría77(5), 492-500. https://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062006000500007

[3] Organización Mundial de la Salud (2024). Nota descriptiva Nº 333 Reducción de la mortalidad de recién nacidos, Organización Mundial de la Salud. 2012. http://www.who.int/mediacentre/ factsheets/fs333/es/

[4] Manríquez P. G, Escudero O. C. Análisis de los factores de riesgo de muerte neonatal en Chile, 2010-2014. Rev Chil Pediatr. 2017;88(4): 458-464. Disponible en: https://revistachilenadepediatria.cl/index.php/rchped/article/view/301

 
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